jueves, 26 de noviembre de 2015

Parteplaneta, el stoner federal


Parteplaneta volvió a la ciudad. Una vuelta que muchos esperaban y ansiaban. El retorno de una banda que crece y crece, y pide permiso en el mainstream de la escena nacional. Casa Rock fue el sitio que eligieron para desplegar su potencial, y No y Mero fueron las dos bandas marplatenses que dispusieron para abrir el show.

No fue la primera que salió a escena. Ofrecieron una lista de temas de 40 minutos, en cuyo transcurso hubo rock, con partes pesadas e interludios de arpegios a cargo de la guitarra. Hay que decir que la performance del trío, compuesto por Luis López Viera, –guitarra y voz- Matías Pippia, –batería- y Pablo Cauda –bajo-, estuvo afectada por un muy mal sonido y ecualización. Su interpretación corre por otra cuenta.


Llegó el turno de Mero, que anunció que en breve lanzarán su álbum debut. Una banda que presenta a tres guitarristas que tienen bien definidos sus roles: Martín Dichiera, que cumple el papel más melódico y por momentos líder; Leo Pino, que se ocupa del cuerpo de la música, a base de power chords, pero que también tiene espacio para solear; y Antonio Torres que, si bien su papel principal es la de vocalista, también toca la viola en muchas canciones, en un estilo bien rítmico y acotado.

La banda la completan Santiago Ciccarelli, en batería, y Federico Andueza, en bajo. Ambos son el sostén de Mero, y tuvieron una noche espléndida. La batería es incansable y el bajo se las rebusca para tirar sus líneas y no quedar atrás entre tantas guitarras.

El pop-rock que interpretan tiene su punto fuerte en las interpretaciones vocales. Torres posee un buen rango, y lo explota al máximo. Busca partes emotivas, pero cuando tiene que pudrir la voz, lo hace, para que la distorsión llegue y se ponga más interesante la cosa. Los coros de Pino y Ciccarelli acompañan de maravilla.


Luego de las 23, Parteplaneta subió al escenario, y comenzó su gran noche con la intro Elevan Millares, seguido de Sin Rostro, pertenecientes a su más reciente álbum, Arcos. Su líder, Luciano Farelli, la descose, tanto en la viola como con su voz. El bajo de Fernando Romero Bucca desde un principio sonó espectacular: bien definido y con mucha presencia. Y la batería de Manuel Cena hizo temblar todo.

Un trío que completa todas las expectativas que se le puede exigir a este formato de banda. La voz de Farelli es bien áspera y te levanta un muerto con su poder. Tiene a su favor una buena segunda voz como la de Romero Bucca, que es mucho más aguda y es su complemento perfecto.

Su rock tiene alma grunge, pero hay pasajes más lentos y podridos, dignos del stoner. Son bien ruidosos, no te dan un segundo de respiro, ni un minuto de calma. Su sonido es masivo y distorsionado. El punto cúlmine de su presentación fue el cover de Afraid Of Americans, perteneciente a David Bowie. Una garra y energía que contagia a cualquier público.


No hay comentarios:

Publicar un comentario