jueves, 10 de septiembre de 2015

Iron Maiden - The Book Of Souls

Arte de tapa creada por Mark Wilkinson

Constancia, experiencia y fortaleza para superar las adversidades fueron los causales que dieron como consecuencia a The Book Of Souls, el decimosexto disco de la banda inglesa de heavy metal, Iron Maiden. El cáncer de lengua que aquejó al cantante, Bruce Dickinson, que retrasó el estreno y la pérdida de dos seres queridos para el bajista y principal compositor, Steve Harris, no fueron suficientes para frenar a la Doncella.

Primero, datos curiosos: es la primera vez que Iron Maiden saca un disco doble, lo que al mismo tiempo lo transforma en el más largo en duración. Entre las once canciones se incluye también la más extensa de la banda, de la cual hablaremos sobre el final. Dickinson no tenía tanto protagonismo a la hora de componer desde Powerslave (1984). Y es el mayor receso que se tomó la banda para publicar entre disco y disco (5 años).

Vamos por partes. Disco 1: seis canciones, entre las que se incluye el primer corte difusión, 'Speed Of Light', quizás el punto más flojo de la primera mitad. Sin embargo recuerda a días de gloria en que Dickinson y el guitarrista Adrian Smith se unían para componer himnos como '2 Minutes To Midnight'.

Canción por canción

'If Eternity Should Fail': el mejor comienzo de un álbum desde The X Factor (1995) con 'Sign Of The Cross'. Primer gran aporte de Dickinson en esta oportunidad. Comienza un teclado oscuro para presentar a la gran voz. "Aquí está el alma de un hombre", comienza para una letra maravillosa referida a los días de la Tierra virgen, seres todopoderosos y la espera de un fallido de la eternidad para el fin de los tiempos. Un estribillo glorioso y un final tenebroso a cargo de un discurso del más allá que da por terminada a la humanidad.

'Speed Of Light': riff ochentoso. Lugar cómodo para que Dickinson interprete. El estribillo continúa con la temática anterior: "Sombras en las estrellas, no regresaremos. La humanidad no nos salvará a la velocidad de la luz". Canción de promoción pero que no desencaja. Es cotidiano para la pista 2 de Maiden.


'The Great Unknown': un MI en el bajo para que las guitarras armonicen. Se relata la historia de caos durante la guerra. "Las pesadillas vienen con el derrame de la sangre de otros". Sobre el final, se interrumpe el ritmo acelerado para volver al principio. Buena sona intermedia para que se muestren los tres guitarristas.

'The Red And The Black': única canción compuesta en su totalidad por Steve Harris. Comienza con acordes veloces en su bajo para dar entrada a la banda entera con ritmos vivos. Queda reflejada una gran inspiración para las melodías que acompañan las voces, algo que no sucedía hace bastante. Un tema para agitar la cabeza con riffs numerosos que cambian con una naturaleza increíble y con un Nicko McBrain que con su único pedal y bombo siguen a la perfección todos los ritmos como un reloj.

'When The River Runs Deep': una de las canciones donde las guitarras toman mayor protagonismo, con melodías alegres al comienzo, un riff tradicional y la sección de solos es muy buena. Otro de los grandes estribillos del disco se encuentra aquí, donde se disminuye el tempo para acentuar las líneas: "Ahora con nada que ocultar yendo a ninguna parte, tomo mis chances y me paro a su lado".

'The Book Of Souls': el guitarrista Janick Gers crea una atmósfera con su guitarra acústica y recuerda a composiciones del Dance Of Death (2003). Luego rompen todos los instrumentos para, con un ritmo lento y exquisito, dar comienzo a las líricas que tratan sobre los sacrificios, la vida después de la muerte, el inframundo y profecías mayas. Luego del minuto 6, el ride de McBrain campanea y se incrementan las revoluciones para los solos y las últimas líneas.

Así concluyen los primeros 50 minutos de lo nuevo de los ingleses. Queda expuesto que hay una clara superación con respecto a su álbum predecesor, The Final Frontier. Suena más convincente y natural. No es para menos, el productor Kevin Shirley, que trabajó con la banda en Brave New World (2001), intervino para que esto suceda: grabó varias de las pistas en vivo desde el estudio.

La disminución en la participación de Harris es notable. No solo en su capacidad creativa por los malos momentos que pasó recientemente, sino también porque en muchos fragmentos del elepé se pierde el sonido característico de su instrumento. Sin embargo, sus aportes en materia de composición demostraron un avance al entregar secciones que remiten a décadas anteriores, pero sin sonar a plagio.




Canción por canción (II)

Segunda Parte. Disco 2: compuesto de 5 canciones. El período entre que termina un cd y empieza el otro nos llena de intriga por saber si seguirá la misma temática que el primero o apuntará para otro lado. Aquí el desarrollo:

'Death Or Glory': gran tema. Cinco minutos cómodos en los que se aborda la historia de guerra y sentimientos de un soldado durante la Primera Guerra Mundial. Un estribillo descendente que ya parece resonar en los estadios y un único solo. Muerte o gloria.

'Shadows Of The Valley': lo malo de esta canción es su similitud en la introducción con 'Wasted Years' y en los versos iniciales con 'Isle Of Avalon'. Un tropiezo que se disimula un poco con el estribillo.

'Tears Of A Clown': balada eléctrica que suma un factor emocional clave: está dedicada al difunto capocómico Robin Williams, quien se suicidió el año pasado, hundido en una fuerte depresión. Aquí los mejores extractos: "Trata de forzar una sonrisa, la sonrisa que sonreía, o eso parecía", "Sonrisa para la cámaras, todo está bien. Pero mañana es otro día", "Vimos la tristeza en sus ojos, vino por sorpresa, y ahora, por supuesto, nunca sabremos", "Preocupados por qué se estaba sintiendo mal. Lágrimas de un payaso".

'The Man Of Sorrows': con una introducción maravillosa, comienza una canción íntima y triste. Un hombre apenado, sin sueños y perdido, que también llama a la reflexión. Por momentos es oscurísima, con sintetizadores haciendo de colchón, y por otros las melodías de las guitarras nos tocan el alma. Está el toque distintivo del guitarrista Dave Murray.

'Empire Of The Clouds': la pieza maestra de The Book Of Souls. Dickinson agarró el piano y compuso la canción más larga de Iron Maiden (18 minutos), desplazando así a 'Rime Of The Ancient Mariner'. Tiene orquestación y un repiqueteo constante en el redoblante. La melodía se extiende en el minutaje de manera delicada a la que se va agregando tímidamente la distorsión.

Al minuto 7 todo se vuelve frenético. Se interrumpe la calma e inicia una melodía alegre en la guitarra. Luego pasa a una sección, a los 13 minutos, con ciertos tintes progresivos mientras McBrain demuestra sus habilidades en los parches, desmintiendo el paso del tiempo y sus más de sesenta años, y Dickinson deja al descubierto un talento oculto en las teclas. Solos, riffs para corear en los recitales, y una letra espectacular que relata la historia de la caída del dirigible R101 inglés en 1930, que dejó un saldo de 47 muertos.

Debido a los numerosos cambios y secciones, se ganó la denominación de suite. Es decir, una composición musical formada por varias piezas instrumentales dispares con algún momento de unidad entre ellas.

Eso es todo. Noventa minutos de la banda más famosa, popular, exitosa y vigente de la Nueva ola de heavy metal británico, movimiento que surgió a mediados del '70. Dos discos que por momentos parecen ser lo mismo que Maiden viene ofreciendo en la última década, pero que esconde detalles que lo diferencian de las últimas placas.

Tal vez en parte sea cierto. Es una banda que con cuatro décadas no piensa en mostrar grandes innovaciones. No pretenden eso. Pero volvieron a arriesgar a los grandes interludios oscuros que remiten un poco al Seventh Son Of A Seventh Son (1988). Como un todo, The Book Of Souls es un gran trabajo. Tiene baladas, grandes riffs y el rock and roll más puro.

La labor de Dickinson es impecable. Deja nuevamente expuesto que es una de las figuras más importantes y representativas del género. No sólo cantando, lo cual mantiene intacto, sino con sus composiciones y su manera de escribir. Claro, ser profesor de historia lo proveé de grandes conocimientos. Su talento está en plasmarlos tan bien en una canción.

Debe ser el trabajo, en la extensa discografía de la banda, que más escuchas necesite para finalmente formar una opinión. Las primeras veces puede parecer muy masivo, y el piano del final no cerrar. Pero con el correr de las reproducciones 'Empire Of The Clouds' termina siendo una de las mejores composiciones de su historia. Historia rica, extensa, con capítulos que parecían inviables, pero que encontraron un rumbo y desembocaron en esta digna continuación.

¡Salud!

No hay comentarios:

Publicar un comentario